Jacek Yerka
Con qué
pereza
con qué
ceniza se me mueren los viernes y ni rastro
ni jugo de
la naranja roja
que ayer me
llenaba la semana,
que ayer me
salvaba de los lunes y los minutos
y ahora
que ya no
hay cuchillo en el salario
que ya no
hay prisa
que ya no
hay orden
que ya no
hay trabajo
que ya no
valgo
y se me
pudre de óxido
de domingo
la naranja
negra
de mi
futuro.